domingo, 20 de septiembre de 2015

Vida Maestra

¡Hola!, Querida, Quiero decirte un par de cosas que me salen del corazón y de lo más profundo de mi alma. Sabes que no soy una persona de muchas palabras, pero no puedo esperar más para decirte cuanto te quiero. 

Eres lo más valioso que tengo, Eres el manantial que se riega por mis venas, Eres la fuerza que me llena en las mañanas, eres la chispa que estimula mi alma.

Nunca he conocido una mejor maestra, contigo he aprendido a diestra y siniestra

Me has hecho valiente frente a las adversidades, me enseñaste a luchar frente a mis dificultades

En las mañanas de invierno o en las tardes de otoño, me enseñaste que nunca es tarde para un nuevo retoño

Has transformado mi cuerpo, y también mi mente, me has enseñado a ganar de una manera decente

Porque en lo justo y lo digno se encuentra la verdad, necesaria para abrirnos a nuestra libertad

Me has mostrado la belleza que se halla en mi interior, y conozco con certeza lo quiere mi corazón

A veces me has lastimado, incluso me has hecho llorar, pero sé que es necesario para hallar mi realidad

cuando veo las montañas y camino entre sus pinos, sé que serás la luz que ilumine mi camino

No poseo miedo alguno, me enseñaste a ser fuerte, me enseñaste a ver el mundo de una manera diferente

Ahora me siento tranquilo y no me arrepiento de nada, pues sé que he conseguido lo que  más anhelaba

Soy consiente que la muerte es tu hermana gemela, y sé que igual que tu, será una amiga sincera

Caminando contigo llegaré muy lejos, y te digo Vida mía, eres lo más valioso que tengo.


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